Los métodos modernos de desinfección no son capaces
de esterilizar los conductos radiculares [2], por eso los
investigadores consideran que una obturación de calidad
cumple la función de bloquear los microorganismos
existentes en el conducto y de perjudicar su actividad vital
[3]. Un papel importante en ello lo tienen los selladores
que, en la etapa de endurecimiento, poseen una cantidad
significativa de sustancias antibacterianas y se hacen inertes
tras su endurecimiento.
Uno de los grupos más recomendados de hermetizadores
radiculares es el de los selladores epóxicos, que durante el
periodo de endurecimiento poseen un efecto antibacteriano,
y tras el endurecimiento quedan completamente inertes [4].
El problema de los materiales de obturación modernos está
en que no pueden contener a largo plazo la penetración
de nuevos microorganismos de la cavidad bucal cuando
desaparece la hermeticidad coronaria [5]. Como norma, a
los 3 meses de contacto con la cavidad bucal, el conducto
radicular obturado se infecta y requiere un retratamiento [6].
Desde el momento de la detección y reconocimiento de
infección bacteriana en nuestro organismo, y en particular
en el conducto radicular del diente, que se producía en la
mayoría de los casos en forma de biofilm [7], se comenzó la
búsqueda de nuevos métodos para evitarlo.
Uno de los campos más nuevos de investigación es el
uso de macromoléculas desinfectantes insolubles, que
destruyen las bacterias por contacto directo sin separarse
ni disolverse. Su mecanismo de actuación es el siguiente:
las macromoléculas poseen una carga eléctrica positiva
(+), y los microbios negativa (-), mientras que las células del
organismo humano no poseen carga eléctrica. Al contactar la
macromolécula con la bacteria se rompe la permeabilidad de
la membrana del microorganismo, lo que provoca su muerte
[8]. La característica más importante de la macromolécula
es que no desaparece con su actuación, no se disuelve y no
pierde sus características [8] a diferencia de las sustancias
antibacterianas clásicas: el hipoclorito de calcio (NaOCl),
el digluconato de clorhexidina (CHX), el hidróxido de calcio
(Ca(OH)2) y el yodoformo.
Existen nuevos campos en el uso de macromoléculas
desinfectantes en endodoncia. Uno de ellos es el uso de
nanopartículas de tamaño entre 1 y 100 nm, como por
ejemplo la nanopartícula natural Quitosano, que se obtiene
de la cubierta quitinosa de pequeños crustáceos [9].
Los investigadores del grupo de Shresta y Kishen han
intentado utilizarlo para liquidar biofilms [10]. Sin embargo
no han obtenido una mejora significativa del resultado en
comparación con los métodos clásicos de uso de Ca(OH)2
o desinfección fotoactivada [10]. También se ha intentado
usar nanopartículas de plata para destruir los biofilms, sin
embargo no se han obtenido resultados relevantes.
Paralelamente ha aparecido un campo de estudio relacionado
con el uso de nanopartículas para prevenir la aparición del
biofilm. En la universidad de Jerusalén se creó la nanopartícula
sintética Quaternary ammonium polyethyleneimine (QA—
PEI), denominada también I- ABN (Insoluble Anti-Bacterial
Nanoparticles, nanopartículas insolubles antibacterianas) [12].
En una serie de experimentos se adicionó dicha partícula a
diferentes materiales estomatológicos [12, 14, 15, 18, 19].
Como resultado se evitó completamente la aparición de
biofilms en la superficie de los materiales durante 1-3 meses
(duración de los experimentos). En el grupo demateriales, por
ejemplocomposites, sinadicióndenanopartículas, la superficie
aparecía cubierta de biofilm ya a las 24 horas [13, 14, 15].
Para responder a esta innovación en nanopartículas se ha
creado el nuevo Sellador de Canales Proclinic Expert. Este
sellador con nanopartículas añadidas impide al menos durante
3 meses la aparición del biofilm por contacto directo con la
infección [19].
La idea de la adición de la nanopartícula en el sellador se
ensayó también por otro grupo de investigadores.
La nanopartícula se añadió en selladores como AH Plus y
Sellador deCanales Proclinic Expert; los resultadosmostraron
una actividad significativa contra el biofilm [20].
Una de las macromoléculas más usadas en medicina general es
el material BioSafe, que se utiliza ampliamente como aditivo a
los plásticos con los que se elaboran los catéteres y cubiertas de
teclado [21]. Al aditivo BioSafe en endodoncia se le ha dado la
denominación de Immobilized Antibacterial Technology (IABT).
ElSelladordeCanalesProclinicExpertsefabricaconesteaditivo.
Las propiedades del material se comprobaron comparándolo
con los selladores epóxido clásicos AH Plus y MM Seal.
Proclinic Expert Root Canal responde a los estándares ISO y
ha demostrado una alta compatibilidad biológica [22].
Si se prueba una duración ilimitada de la acción, tal y como
prometen los químicos, nos encontraremos en una situación
nueva:elpronósticodeltratamientoendodónticoprácticamente
podría dejar de depender de la hermetización coronaria.
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